Caótica Ana

Aunque tarde en escribir esta entrada creo que una de las razones que me llevó a empezar este blog fue esta película. Además de un flojo argumento y una realización no excesivamente brillante, a pesar de sus oníricas imágenes, la película naufraga en el discurso. Una melée de teorías pseudoprogresistas proclamadas de una forma tan poco sútil que harían avergonzar a cualquier persona mínimamente rigurosa e intelectual. El pensamiento único en forma de rodillo y llevándose por delante toda idea -ya sea religiosa, humanista o feminista- que le contradiga.

El discurso de género es risible y las buenas maneras de ese descubrimiento llamado Manuela Vellés no consiguen sacar a flote a su personaje. Una mujer extraña, artificial, excesiva que no conecta con la realidad.

Conversaciones con mi jardinero

Parece que me ha dado por el cine francés, pero aprovecho el estreno de esta película en España para hablar de algunos personajes secundarios femeninos. Porque Conversaciones es una película eminentemente masculina, los dos protagonistas son hombres y en ellos recae el peso casi absoluto de la -casi inexistente, por otra parte- acción. Pero me parece interesante como Jean Becker refleja el personaje de la mujer del jardinero (interpretada por Hiam Abbass), a la que el hortelano llama precisamente así "la mujer". Es una mujer discreta, apenas interviene, habla muy poco pero su presencia es clave en la vida de su marido. Es curioso el contraste de esta mujer con el resto de personajes femeninos: la mujer del pintor, que cansada de las infidelidades de su marido ha decidido hacerse fuerte con una actitud irónica; Magda, la joven amante casual tan frívola como atractiva o Carole, la hija del artista que, a pesar de mostrarse fría con su padre, acaba aceptando sus consejos. Pienso que la película acierta al reflejar que no existe un prototipo de mujer, no existe la mujer, existen las mujeres, igual que no existe el hombre sino los hombres. Por supuesto, existen notas comunes, rasgos que nos identifican pero existe sobre todo una individualidad.

Chanson d'amour

Empezamos con una facilita: Alain Moireau es un cincuenton (magníficamente interpretado por Gerard Depardieu) que se dedica a cantar en salas de fiestas, un hombre pasado de moda pero que conserva cierta dignidad en su lucha contra el karaoke y OT. Alain se enamora locamente de Marion (Cecile de France) una joven madre divorciada que acude a uno de sus espectáculos. Marion accede a un fugaz encuentro sexual con él pero después pondrá obstáculos a una relación que, en el fondo, considera imposible. De todas formas, el empeño de Alain hace que la inicial resistencia de Marion se debilite, se hagan buenos amigos y… al final un último plano nos confirme que en el cine todo es posible.
El realizador francés Xavier Giannoli dibuja con más consistencia el pérfil del personaje de Alain y el personaje interpretado (muy bien, también) por Cecile de France queda desvaído. Marion se presenta muy simple en su modo de ceder, primero a los ¿encantos? de Alain y luego al interés por su jefe. Esta simpleza contrasta con otros rasgos más conseguidos como el valor que ella le da a la maternidad (una maternidad un poco frustrada pues su hijo pasa literalmente de ella) o la transición que se da de la compasión, a la amistad y luego al enamoramiento. De todas formas, este recorrido es flojo, porque la relación entre los dos -a pesar de lo que digan las canciones de amor de la película- es sencillamente inverosímil.

Por qué este blog

No hay que dar ninguna explicación de por qué uno hace un blog pero a mi me gusta que la gente lo explique; si escribe porque está enfadado con la humanidad, si es una terapia psicológica, si se aburre en la oficina… Yo empiezo este blog porque como espectadora y como profesional del cine confirmo casi a diario que el mundo del cine es un mundo todavía de hombres, los directores son en su mayoría hombres, los guionistas y productores idem y los críticos, ay los críticos también. Y al final, quienes salen perdiendo son las mujeres, o mejor los personajes femeninos, y los propios hombres que se las ven y se las desean para construir historias creíbles o para “consumirlas” con solo un 50% de la humanidad. Que conste que no soy una acerrima feminista, ni estoy peleada con los hombres: me llevo bien con ellos y ellos conmigo. Simplemente creo que a veces una falta de conocimiento puede llevar a la caricatura, que es lo que se ve en el cine actual. Aviso: creo que el orden está reñido con la naturaleza de un blog así que este será un poco anarquico: no seguiré un orden, iré comentando simplemente lo que vaya viendo. Tampoco pretendo hacer estudios concienzudos, simplemente decir lo que no cabe en un artículo periodístico y comento en una reunión de amigos después de ver una película. Si a alguien le sirve, perfecto.